martes, 28 de abril de 2009

John Kennedy Toole

la vida de John Kennedy Toole:

John Kennedy Toole
, (Nueva Orleans,Lusiana 17 de diciembre de 1937). Hijo de John y Thelma Toole. Toole tuvo una infancia bastante protegida en Nueva Orleans, dominada por su madre Thelma Ducoing Toole, la cual no le dejaba jugar con otros niños. Fue un magnífico estudiante. Tras graduarse en la universidad de Tulane, realizó un graduado superior en lengua inglesa en la universidad de Columbia y luego pasó un año como profesor asistente de inglés en la universidad del suroeste de Luisiana (actualmente la UL Lafayette). Después se trasladó a Nueva York para coger un puesto de profesor en el Colegio Hunter. También dedicó algo de tiempo al intentar sacarse un doctorado en Columbia, pero no lo acabó.

Después de este tiempo en el ejército, Toole regresó a Nueva Orleans para vivir con sus padres y comenzar a enseñar en el Dominican College. Pasó tiempo deambulando por el Barrio Francés con músicos, y, al menos en una ocasión, ayudó a un amigo músico. Después de que Toole se graduara con honores en la universidad de Tulane, trabajó brevemente en una fábrica de ropa masculina. Ambos escenarios jugaron un importante papel en la realización de su gran novela cómica La Conjura de los Necios.

Toole envió su manuscrito a Simon and Schuster. Después de la excitación inicial por el libro, el editor lo rechazó, diciendo que el libro "no trataba realmente de nada", aunque realmente la razón de la negativa sería que su novela hundía demasiado el dedo en la llaga. Toole comenzó a deteriorarse rápidamente después de perder la esperanza de publicar su libro, que él consideraba una obra maestra. Comenzó a emborracharse y a descuidar sus actividades profesionales, dejó de enseñar en las clases doctorales de Tulane, hundiéndose en una profunda depresión que lo llevó a sentirse un absoluto fracasado.

Toole se suicidó el 26 de marzo de 1969, después de desaparecer de Nueva Orleans, poniendo un extremo de una manguera de jardín en el tubo de escape de su coche y el otro en la ventanilla del conductor.


La conjura de los necios:

es una novela de John Kennedy Toole publicada póstumamente y galardonada con el premio Pulitzer 1981.

El título es una referencia a una cita de uno de los clásicos de la sátira, Jonathan Swift: "Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él".

Escrita hacia 1962, mientras realizaba el servicio militar en Puerto Rico, narra las peripecias de Ignatius J. Reilly, un personaje excéntrico en busca de trabajo para pagar una deuda, a la vez que se embarca en una serie de estrambóticas aventuras con el objetivo de rivalizar con su amiga Myrna Minkoff en el terreno de la agitación social.

John Kennedy Toole jamás vio publicada su obra en vida. Al parecer, envió el original de la novela a varias editoriales, y todas la rechazaron.

Su madre, al encontrar el manuscrito años después, lo llevó a distintas editoriales, las cuales también volvieron a rechazarla. Empeñada en su publicación, ya que pensaba que la novela tenía una calidad notable, se puso en contacto con el escritor Wlaker Percy (autor entre otras de la novela El cinéfilo, con la que había tenido un considerable éxito) para que leyera la novela y consiguiera su publicación. Percy, tal y como él mismo cuenta en el prólogo de La Conjura de los Necios, al principio receló de leer el texto que le ofrecía. Pero, cuando tras mucho insistir aceptó leerlo, quedó maravillado: no le parecía posible que la novela fuera tan buena.

Argumento:

El personaje central, Ignatius, es un ser inadaptado y anacrónico que sueña con que la forma de vida medieval, y su moral, vuelva a reinar en el mundo. Para ello, para ser escuchado en un mundo en el que es incomprendido, rellena de su puño y letra cientos de cuadernos Gran Jefe, en los que plasma su visión del mundo, y desperdiga esos textos por su habitación, con la esperanza de ordenarlos algún día para crear su obra maestra. Mientras tanto la diosa Fortuna, contra su voluntad, lo catapulta al mundo capitalista, viéndose obligado a someterse a la nueva forma de esclavitud que para él es el trabajo. Él se resigna, comparándose a Boecio (que se resignó a su ejecución) y sale a buscar trabajo. Su actividad laboral y vital es el hilo que une y da sentido a toda la obra, y que nos permite conocer a otros personajes.

Lejos de las meras e hilarantes anécdotas que Ignatius va generando alrededor de sí, la novela trasciende a ello para convertirse, en su trasfondo, en un despiadado retrato del género humano. Un retrato lleno de piedad y comprensión, a la vez que amargura y resignación. Tal y como Percy dice en el prólogo, a pesar de las carcajadas que le proporcionó la novela, también tras su lectura sintió cierta tristeza que no sabía muy bien de dónde provenía, si del trasfondo dramático de la novela, o por la tragedia del autor, que se suicidó con poco más de treinta años sin conseguir ver publicada su novela, y que con su muerte nos negó nuevos libros como podría haber sido el de la continuación de esta novela, que se insinúa al final del libro.

Estructura y Estilo:

La estructura es lineal. Está dividida en capítulos, que a su vez se dividen en subcapítulos.

La obra está narrada en su mayor parte en tercera persona. Está escrita con un estilo irónico. Alterna distintas escenas de distintos personajes que forman un todo común; las acciones de unos afectan de una manera u otra las vidas de los otros, y viceversa.

Algunos fragmentos están escritos en primera persona por Ignatius, y cumplen la función de completar el texto y la compresión tanto de la historia como la de los personajes.

Completan finalmente el libro la correspondencia que mantiene Ignatius con una peculiar amiga suya llamada Myrna Minkoff, la cual tiene una visión del mundo completamente distinta a la de Ignatius, pero que en cierta forma la complementa. Así, dispersas a lo largo de la novela en diversas epístolas se manifiesta una tensa relación de amor/odio.

lunes, 27 de abril de 2009

Oda de Fray Luis de León:

Oda a la vida retirada:

¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;

Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!

No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.

¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?

¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.

Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.

Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.

Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.

Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.

Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.

Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.

El aire del huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido.

Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.

La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.

A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.

Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
con sed insacïable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.

A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.


Garcilaso de la Vega:



Soneto XIII

A Dafne ya los brazos le crecían,
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
En verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que al oro escurecióan.
De áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros, que aún bullendo estaban,
los blancos pies en tierra se hincaban,
y en torcidas raíces se volvían.
Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecre hacía
el árbol que con lágrimas regaba.
¡Oh miserables estado, oh mal tamaño!
¡Que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!


Rima: este soneto, esta dividido en dos cuartetos y dos tercetos.
De rima consonante; ABBA ABBA CDE CDE.

Métrica: son versos endecasílabos.

Figuras Literarias: hay hiperbatons, apostrofes y personificaciones.

Soneto XXII

En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende el corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
po el hermoso cuello, banco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;

coged de vuestra alegra primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera,
por no hacer mudanza en su costumbre.


Rima: La rima se separa en dos cuartetos y dos tercetos. La rima es asonante; ABBA ABBA CDE CDE

Métrica: Versos endecasílabos.

Figuras Literarias: En este poema hay muchas antítesis y alguna metáfora.




martes, 21 de abril de 2009

El Nombre de la Rosa:

Argumento:

Es la Edad Media y corre el invierno de 1327, bajo el papado de juan XXII. El franciscano Guillermo de Baskerville y su discípulo Adso de Melk, llegan a una abadía famosa por su impresionante biblioteca con estrictas normas de acceso. Guillermo debe organizar una reunión entre los delegados del Papa y los líderes de la orden franciscana, en la que se discutirá sobre la supuesta herejía de la doctrina de la pobreza apostólica, promovida por una rama de la orden franciscana: los espirituales. La celebración y el éxito de dicha reunión se ven amenazados por una serie de muertes que los supersticiosos monjes, a instancias del ciego bibliotecario Jorge de Burgos, consideran que siguen la pauta de un pasaje del Apocalipsis.

Guillermo y Adso, evadiendo en muchos momentos las normas de la abadía, intentan resolver el misterio descubriendo que, en realidad, las muertes giran alrededor de la existencia de un libro envenenado, un libro que se creía perdido: el segundo libro de la Poética de Aristóteles. La llegada del enviado papal e inquisidor Bernardo Gui inicia un proceso inquisitorial de amargo recuerdo para Guillermo, que en su búsqueda ha descubierto la magnífica y laberíntica biblioteca de la abadía. El método científico de Guillermo se ve enfrentado al fanatismo religioso representado por Jorge de Burgos, el anciano bibliotecario que mantiene oculto el libro, quien tras la discusión con Guillermo comienza a devorar las páginas envenenadas del libro. En el forcejeo para recuperar el libro de manos del bibliotecario una lámpara cae accidentalmente, iniciando un incendio que arrasa con la biblioteca y la abadía entera.

Creditos:

Director: Jean-Jacques Annaud Productores: Jake Eberts, Bernd Eichinger y Thomas Schühly

Guionistas: Andrew Birkin, Gérard Brach, Howard Franklin y Alain Godard

Director de Fotografía: Tonino Delli Colli

Editor: Jane Seitz

Diseño de Producción: Dante Ferreti

Directores artísticos: Giorgio Giovannini y Rainer Schaper

Coproductores: Franco Cristaldi y Alexandre Mnouchkine

Música: James Horner

Duración: 128 minutos























martes, 14 de abril de 2009

Comentario del lobo hombre de Boris vian:

Resumen del lobo hombre:
la conocida leyenda del hombre-lobo, «se estrena» en un hotelucho de Montmartre hasta la bailarina del Bronx, que sólo se excita atropellando a perros y personas con un taxi, todo es posible. También circulan por estos relatos pícaros, chorizos y chiflados de toda índole, fauna pintoresca de gente rara que a Vian le sirve para crear esas situaciones grotescas, absurdas e hilarantes que le son tan familiares y que nos invitan a compartir el frenético mundo de la inmediata posguerra en el que él agotó su corta vida.

Canción: Cae la noche y amanece en París. En el día en que todo ocurrió. Como un sueño de locos sin fin. La fortuna se ha reído de ti. Sorprendido espiando, el lobo escapa aullando y es mordido por el Mago del Siam. La luna llena sobre París ha transformado en hombre a Denis. Rueda por los bares del Bulevar. Se ha alojado en un sucio hostal. Mientras está cenando, junto a él se ha sentado una joven con la que irá a contemplar la luna llena sobre París. Algunos francos cobra a Denis. Lobo-Hombre en París. Su nombre es Denis.

comparación:

La letra de la canción recorre, sin apartarse apenas, los principales hitos argumentales del cuento. Si acaso, sólo se aleja en lo de «Algunos francos cobra a Denis». Porque, en el texto de Vian, Denis despide con cajas destempladas a la prostituta cuando, creyéndolo ella dormido, él la sorprende intentando robarle el dinero de la cartera.